martes, 26 de marzo de 2013


Democracia, ¿realidad o ficción?

Platicando con un amigo, me comenta que no cree en la democracia, que la democracia no existe, que es una bazofia.

Empecemos, ¿qué es la democracia? es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. [1]

El término también proviene de la antigua Grecia, definida por Platón (profesor de Aristóteles) de acuerdo a éste y a los principios de democracia ateniense, muy pocos tenían la capacidad de gobernar, ya que se requerían personas que fueran inteligentes, que supieran tomar decisiones, entre otras cualidades.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos menciona, en su artículo 40 [2]:

Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.

 Al parecer no existen casi países que sean totalmente democráticos, Suiza y Suecia lo son. Suiza tiene un inusual sistema de democracia directa o democracia pura, en la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo en una asamblea. Suecia cuenta con una moderna democracia parlamentaria.

 

Solo cinco estados admiten no ser democráticos[3]:

  1. El Vaticano (Monarquía absoluta electiva teocrática)
  2. Arabia Saudita (Monarquía absoluta teocrática)
  3. Islas Fiji (República parlamentaria bajo control de Junta militar)
  4. Tonga (Monarquía Constitucional)
  5. Brunei (Monarquía Absoluta)

 

Veamos el mapa de índice de democracia. [4] Y podemos checar a cada país, con sus cálculos.

 

 

Mapa del índice de democracia del Mundo de The Economist. En él, los colores más claros identifican a los países más democráticos, y los más oscuros, a los más autoritarios.

Más adelante platicaremos de democracia y la ONU.
Los leo.

 

Bibliografía:

[1] Wikipedia, consulta 26 de marzo del 2013.
 


[4] The Economist

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